Casings, venta de tripa natural

MADEJAS SALADAS PARA EMBUTIDOS

La conservación de los alimentos con sal se remonta a la edad de bronce, pero fue el pueblo fenicio quien propagó el comercio de los salazones por el Mediterráneo.

La palabra salario deriva del latín y significa “pago de sal”, en ocasiones se pagaba a los soldados romanos con un puñado de sal que valía su peso en oro, y oro consideraban también la forma de conservar la carne.

Fue un descubrimiento valioso porque a partir de ese momento se podía llenar la despensa, los primitivos con la sal, la grasa y el fuego empezaron a conservar alimentos y a partir del 3000 a.C. se  transporta carnes y pescados para su venta en salazón.

Así fue como evolucionó hacia el embutido y originándose el oficio de “Carnicero” teniendo un gran auge en la Edad Media, donde se criaban los animales domésticos y se recurría a la matanza en familia que ha perdurado hasta hace poco y en donde en algún sitio todavía se hace para uso particular por las medidas de higiene que se deben adoptar para la venta.

Con la revolución Industrial las máquinas revolucionan todos los sectores y el de la alimentación se ve beneficiado con máquinas para fabricar embutidos y también con maquinaria para cualquier desempeño dentro de esta industria.

En Casings L. Guerrero se dedican a la venta y distribución de tripa natural de ovino, bovino y porcino para la elaboración de embutidos.

La sal sigue siendo una materia prima muy necesaria en su fabricación, ya que dependiendo de las necesidades de sus clientes pueden preparar las distintas tripas en madejas saladas, pudiendo también servirlas en salmuera, embolsada en redes y en tubo flexible o rígido. Su aplicación siempre para la elaboración de embutidos. La diferencia entre uno u otro reside en si es para embutido ancho o estrecho, fresco o curado, por supuesto el tamaño es importante.